
Si alguna vez viajas a la ciudad de los madroños
donde el ánimo es vivo y el tiempo se bebe a tragos cortos
donde el ánimo es vivo y el tiempo se bebe a tragos cortos
no olvides visitar a Juan Santamaría
y presentarle mis duelos.
Como Quijote castellano, se alza frente a gigantes,
gigantes que peinan los vientos
¡Ay! Si lo viera Chillida.
¡No son mares sus desiertos!
Antorcha en mano, el puño amenazante,
se alza Juan Santamaría frente a siniestros gigantes
"¡Son molinos!" grita Sancho,
"¡Rico trigo en lozanía!"
"Son cadenas" gime Juan,
"pan de hoy, de mañana hambre."
No le detenga nadie, ningún necio se atreva a pararle
son tambores los que guían nuestros pasos en la noche
la trompeta está ya dispuesta,
sopla, amigo, sopla;
grítalo fuerte, grítalo bien alto
colmado está el necio de torpes halagos,
dejad que se embriague
mientras el talento se derrocha bien barato
.
Un golpe en la huida en un corazón ahogado
del tiempo a borbotones, de sus locos engaños
a Juan Santamaría va dirigido mi llanto
impotente agonía, golpe en la huida
.
Envejecido está ya el muchacho
el tiempo se desvanece en ríos de sangre y fuego
al brotar de los madroños, el tálamo ya secado
clamor de una sangre, clamando tras mis pasos
adiós, Juan Santamaría, el ímpetu se ha marchado...
.
Si alguna vez viajas al cementerio de los madroños,
ciudad de los gigantes,
no olvides visitar a Juan Santamaría,
te suplico, no olvides, presentarle mi pésame.

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