miércoles, 26 de septiembre de 2007

Baile en la brisa

En boca llena, la vieja algazara
a horcajadas, meciéndose entre el túmulo;
cúmulo de palabras; que se entrelazan…
Alocadas voces gritando entre los robles
¡Púdranse las mortajas! ¡Bailen los huesos sobre el monte!
Y el ridículo hombre que tus miradas abrazan
corriendo tras un susurro, persiguiendo la brisa:
“No se me huya mí amada”

Rumie despierta mi alma,
quiebre el viento la calma, que en lo mucho
se entretiene la risa;
la pena, en lo poco se ampara;
así el amor, ha de gozarse en la amada.
¡Gracias sean dadas a Dios!
En la noche, hermosa, ella baila.

La luna se emboba y yo
me gozo al ver…
Bailar la esperanza

Para Ángela (ya te hecho de menos)

lunes, 24 de septiembre de 2007

El lagar de las estrellas

En el lagar de las estrellas contemplo tu rostro, de firme hermosura; ésta esperanza colmada de congoja, ésa loca alegría en la temeraria huída hacia ninguna parte. El fuego ardiendo en nuestras entrañas convencidas, contra toda evidencia, que la lucha nos otorgará un día la victoria.

En el lagar de las estrellas contemplo tu rostro. Las calles, las luces, los nombres, carnes de mi propia carne, he de dejaros. No negaré que me colma de congoja poder algún día perderos, pero aferrarme a vosotras sería perderos para siempre. No es la congoja la que me empuja hacia a delante, sino una profunda y voraz hambre. Calles de Madrid, luces de mi alegría y sombras de mi pesar, nombres de profunda y sincera hermandad, de sangre forjada bajo un manto de negra guía hacia los puertos de la paz, a través de oceanos de nocturna tempestad; escanciando el licor de nuestras alegrías.

En el lagar de las estrellas recordaré siempre los nombres, las luces, las sombras; morriña hasta de las sombras. Pues toda tú, ciudad de los madroños, llevo tatuada en el alma. Y un nombre, un rostro llevo como espina en el corazón; un ángel cuyos ojos tienen el misterioso don de devolver la vida. Pero no huyo, que si corro, mi fuerza no me la otorgan mis espaldas sino mi mirada y el horizonte siempre tan rico. "Mantente vivo, por piedad, mantente habriento" gemía el músico, entonces el viejo poeta respondió: "Si algún día oís que me he muerto, sabed que me han matado".

Veo tu rostro y sé que todo lo que voy siendo, lo construyen estas miradas de profunda humanidad. Carnes de mi carne, contemplando el cielo, en el lagar de las estrellas.

Vuelta a la carga

Tras unos días de mucho follón, vuelvo a la carga. Para empezar os dejo un video con un auténtico temazo. Se lo dedico a Cuchí, porque... ¡Yo! ¡¡¡I like the way you move!!!

lunes, 10 de septiembre de 2007

Shelter from the storm

Inauguramos sección. Iré poniendo, de tarde en tarde, traducciones de esas canciones cuyas letras, a menudo, se nos escapan. Comienzo con el gran Dylan. Creo que no podía ser de otra manera, http://www.blogger.com/tittle=

Sucedió en otro tiempo, uno de lucha y sangre
Cuando lo negro era virtud y el camino estaba lleno de fango
Vine de tierra inhóspita, una criatura sin forma.
"Entra," dijo,
"Te daré cobijo en la tormenta."


Y si vuelvo a pasar por aquí, podéis quedar tranquilos
Por ella, siempre haré lo mejor, doy mi palabra
En un mundo de muerte con mirada de acero, y hombres que luchan por ser cálidos
"Entra," dijo,
"Te daré cobijo en la tormenta."

No hubo ni una palabra entre nosotros, hubo poco riesgo implicado
Hasta ese punto, todo se dejó sin resolver
Trata de imaginar un lugar donde se esté siempre a salvo y con calor humano
"Entra," dijo,
"Te daré cobijo en la tormenta."

Estaba quemado de cansancio, enterrado en el granizo
Envenenado en los arbustos y apagado en el camino
Cazado como un cocodrilo, saqueado en el maizal
"Entra," dijo,
"Te daré cobijo en la tormenta."


Di la vuelta de repente y ella estaba allí
Con pulseras de plata en las muñecas y flores en el pelo
Se me acercó tan llena de gracia y tomó mi corona de espinas
"Entra," dijo,
"Te daré cobijo en la tormenta."

Entre nosotros hay ahora un muro, algo que se ha perdido
Di demasiadas cosas por supuestas, desprecie las señales
Pensar que todo empezó en una mañana olvidada hace tiempo
"Entra," dijo,
"Te daré cobijo en la tormenta."

El diputado camina sobre clavos y el predicador monta a caballo
Pero en realidad nada importa gran cosa, la fatalidad es lo único que cuenta
Y el enterrador tuerto se vanagloria inútilmente
"Entra," dijo,
"Te daré cobijo en la tormenta."
.

He oído a recién nacidos sollozar como palomas mañaneras
Y viejos con los dientes rotos, varados sin amor
¿Entiendo tu pregunta, amigo? ¿Todo es desesprado y desdichado?
"Entra," dijo,
"Te daré cobijo en la tormenta."

En un pueblecito sobre una colina, se jugaron mis ropas
Regateé la salvación y me dieron una dosis letal
Ofrecí mi inocencia y me pagaron con desdén
"Entra," dijo,
"Te daré cobijo en la tormenta."


Estoy viviendo en un país extranjero, pero voy a cruzar la frontera
La belleza camina sobre un filo de navaja, algún día la haré mía
Si solamente pudiera dar marcha atrás al reloj, a cuando Dios y ella nacieron
"Entra," dijo,
"Te daré cobijo en la tormenta."
Bob Dylan


Pinturas por cortesía de Edvard Munch.


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viernes, 7 de septiembre de 2007

Predigo una revuelta...

Dedicado a los que en estos días nos vemos muchas noches estudiando a estas horas. Os dejo con los Kaiser Chiefs. ¡Suerte con vuestros exámenes!