jueves, 6 de diciembre de 2007

A la patria entumecida

‘Partiendo de la nada he llegado a las más altas cotas de la miseria’
Groucho Marx

Saciad colmados la sucia rabia,
tornad descalzos su cristalina aljaba,
mirad un momento atrás, y sobre todo, no digáis…
No digáis nada.

Viviendo la vida que otros nos marcan, apurando bien la copa
que rebosa este embustero: “¡Consume y calla!”
Y en la gran borrachera, sobre todo no olvidéis decir…
No decir nada.

Blandid ante el cielo, el desesperado tormento
de unas armas mal templadas.
Sentenciad al inocente, fustigadle en esta hora,
se sacie vuestra miseria, de miserables alajas;
den gracias al verdugo, asintiendo,
duerman para que al fin del día
no se os olvide decir…
No decir nada

Tornad de noche, al fin, entre fiesta y algazara;
Saboread el torpe halago de los frutos que penden
del árbol de la nada.
Vuestro papel en este viejo proscenio de títeres, que
en vida mueren, para no decir…
No decir nada.

Y en lo crudo del invierno, rían mis pies traviesos,
bailando el vals de la fiebre, de unos labios hiertos,
tragando, bajo los pasos que va marcando la nada;
en este cementerio de reyes que un día prefirieron…
Yacer en vida muertos.

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