jueves, 13 de diciembre de 2007
El cuerpo supo
Dos días después, Pituco se volvió acróbata y, por primera vez en su vida, dejó que el cuerpo marcara el movimiento. La audiencia, loca de alegría, reía, vibraba, aplaudía; en un juego de equilibrios y desequilibrios cuyo único pretexto era la burla de sí mismo. Y como dijera Tomas Pratki, en una ya lejana mañana de Octubre, el cuerpo supo. Hoy Pituco ha sido más grande. Buenas noches.
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