Space lab, es un laboratorio para locos sin redención. Si lispa trata fundamentalmente del movimiento, Aurelian es su demiurgo que, vuelto loco, en algún momento de la película, se olvidó de ordenar del caos el cosmos, y decidió, observando las ideas, revolver del cosmos el caos. Y todo esto ha perdido un sentido que tal vez nunca tuvo, y en algún punto de fuga, la belleza permanece sobre los escombros y parece obstinarse en ser la última garante de la verdad.
Por parejas nos retratamos unos a otros. Gente que dibuja espléndidamente, jamás llegaré a nada jugando a este juego. Decido jugar a lo único que sé, vomitar el jugo de mis tripas, Empiezo a retratar a Cecilia intentando llegar hasta el centro de todo movimiento. Y todo se vuelve entonces luminoso. ¡Esto era! Os dejo un autorretrato de aquel primer día.
Y aquí, dos que he hecho esta mañana. El juego consiste en hacer un original e irlo deformando cada vez más, y más, y más. ¿Hasta dónde?¿Hasta cuándo?
Y de eso se trata, de tripas. Los que me conocéis, sabéis cuán importante ha sido siempre esto para mí. Esta gente está como una chaveta, como la única gente que me ha merecido alguna admiración. Hoy Thomas ha dicho: "everything is possible", no he podido evitar acordarme de la imposible posibilidad. Ahí queda el guiño. Un beso a todos. Es tarde, mañana escribo más; en un mañana de movimiento siempre deformado. ¿Cómo sino?
2 comentarios:
a ver a donde nos lleva todo esto...
eriz,
¡qué alegría volver a leerte! Sí, las tripas importan. DE ahí brota el grito desgarrador, el raaaaaas que hace que pintemos así
jajjajja
un fuerte abrazo
bendiciones
Publicar un comentario